Un grupo de whatsapp de Vecinos de Mallín Ahogado, piden tomar acciones contra las picadas en la Ruta 86 de esa zona rural.
La tranquilidad y la seguridad son pilares fundamentales para el bienestar de cualquier comunidad. Sin embargo, en los últimos tiempos, los vecinos de Mallín Ahogado se encuentran inquietos y preocupados por una problemática que parece crecer sin control: las picadas de vehículos en la Ruta 86.
Estos actos temerarios y peligrosos no solo representan una violación flagrante de las normas de tránsito, sino que también ponen en riesgo la vida de quienes transitan por esta vía, así como la de los propios conductores irresponsables y de cualquier vecino que atine a circular por el lugar. Los accidentes ocurridos en el verano han sido una consecuencia lamentable, que da respuesta a los vehículos que sufren las roturas por esta conducta imprudente.
La ruta provincial 86 al Perito Moreno ya no es más un simple camino rural empedrado; en la actualidad es una arteria vital para la conectividad y el desarrollo de la comunidad de la zona, que como tal, merece ser respetada y protegida.
Los vecinos del esa zona viven atribulados por la inseguridad de robos cotidianos que parecen no terner solución ni respuesta de las autoridades competentes. Los vecinos hace años que se nuclearon en un grupo de Whatsapp para intercomunicarse y prevenir, al menos estar atentos a los daños. A esto, le suman las picadas de decenas de vehículos que se juntan en esa zona de chacras lindantes. “No podemos permitir que se convierta en escenario de carreras clandestinas donde la velocidad y la intranquilidad se anteponen a la seguridad y el bienestar de todos.
“ Es hora de que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto de manera enérgica y decidida”, señalan. Para ello, entienden que se necesitan medidas concretas y efectivas para disuadir y prevenir las picadas en esta ruta. Es necesario el aumento de la presencia policial, la instalación de cámaras de vigilancia y la imposición de sanciones más severas para quienes participen en estas prácticas son solo algunas de las acciones que podrían ayudar a abordar este problema. Es fundamental promover una cultura vial basada en el respeto, la responsabilidad y la conciencia de los peligros que conlleva la velocidad excesiva en las vías públicas.
Además, es necesario concienciar a los jóvenes sobre los riesgos asociados con las picadas y proporcionar alternativas seguras y controladas para canalizar el desenfreno que produce la pasión por la velocidad, como circuitos alternativos de carreras legales y/o actividades deportivas supervisadas.
En resumen, la lucha contra las picadas en la Ruta 86 de Mallín Ahogado es un desafío que requiere el compromiso y la colaboración de todos los sectores de la sociedad. No para quedarse de brazos cruzados esperando que “alguien” o “algunos” hagan algo, porque la seguridad y la tranquilidad están en juego. Sería hora de actuar y evitar que sigan los accidentes que ya ocurrieron – esto explica muchas veces automóviles rotos que quedan varios días en el lugar- antes que sea demasiado tarde.
A.D.M.@Limite42