La inseguridad como destino sin solución aparente

Los robos en El Bolsón en temporadas turísticas son moneda corriente y sin resolución política. ¿La causa? Faltan patrulleros, entre otros puntos a dirimir.

Los robos en El Bolsón en temporadas turísticas son moneda corriente y sin resolución política. Cuando ocurren los hechos, la policía no llega a tiempo a la escena del delito ¿La causa? Faltan patrulleros, entre otros puntos a dirimir.

La inseguridad en nuestra localidad es una constante que, según el calendario, tiene sus oscilaciones: En temporada de turismo y en la estacionalidad, cuando arrecia el invierno duro y cruel.

Un drama recurrente que también sucede en ciudades de la provincia. Muchas de ellas por la densidad poblacional, donde los hechos se multiplican en mayor índice. Por lo que, en esos conglomerados, la policía demanda una mayor atención para el servicio de seguridad y dar respuestas a una rápida acción.

En El Bolsón el delito es recurrente con el agravante que las víctimas, los damnificados, no siempre denuncian los hechos. En este sentido hay un largo rosario de interpretaciones por cuáles serían las razones de no ir hasta la comisaría para denunciar. Hay una, casi la principal idea, de la que la sociedad piensa y siente que la justicia no hace nada y que la policía detiene a los malhechores y al rato, están nuevamente en las calles.

Lo que ocurre internamente en la fuerza, transciende a la calle. Desde el poco personal a la falta de viviendas para los agentes de refuerzo provenientes de otros puntos y hasta que en la comisaría hay seis (6) móviles y hoy funciona uno (Nissan), andando todo el día. Dos motos 125, que funcionan por la mañana y otro tanto, por la tarde.

El cuadro de los restantes patrulleros sería: El que pertenece a El Foyel, hace un año estaría en arreglos y aún no lo terminan; el móvil de Mallín Ahogado, también está roto.

No siempre los jefes de comisarías lo dicen porque hacerlo los habilita para un sumario interno. O sea, en la Policía de Río Negro mejor no hablar de ciertas cosas y menos, de inseguridad. La crítica pública y social, siempre está en la gente que padece la inseguridad y lo expone en las redes sociales o en medios de prensa.

La falta de móviles (patrulleros), es una realidad insoslayable en toda la provincia; mucho más en los conglomerados de las grandes ciudades rionegrinas. Pero en El Bolsón, por su densidad poblacional, debería estar en la agenda de la jefatura central.

¿Cuál sería la cantidad necesaria y óptima de patrulleros en la policía local?

El Bolsón todavía conserva el edificio de la comisaría fundada por Adalberto Pagano en 1940 y el mismo destacamento en Mallín Ahogado, creado en 1970 que existen pese al crecimiento demográfico de la localidad, porque sigue llegando gente para radicarse.

El Censo Nacional 2022 todavía no emitió una cifra cierta, otro dilema para la localidad cuyos recursos que se vuelcan al gobierno local no está en relación a la cantidad de vecinos. Otra arbitrariedad política que se encarga de diagnosticar los recursos que deben llegar del goteo coparticipable a las localidades como El Bolsón, al cual el sistema lo sigue viendo como un pueblo de 10 mil habitantes.

Además, enclavada en la Comarca Andina, al límite con Chubut, de acuerdo a las estadísticas registradas, existe un mapa del delito complejo por las procedencias de localidades costeras de la vecina provincia que llegan con antecedentes y severos prontuarios. Muchos se asientan en una de las zonas no menos complejas para el trabajo policial en el bosque y la montaña: Loma del Medio.

Por lo tanto, hablar de vehículos, no se sabe a ciencia cierta con cuántos patrulleros debería contar la comisaría 12.

Cabe destacar que en el último quinquenio fueron entregados una importante cantidad de patrulleros, aunque no todos ideales para lo requiere la geografía de montaña.

Muchos de los vehículos entregados son para ciudades urbanas. Aquí, un sedan cinco puertas en una subida a la plataforma del Piltri (donde se suceden hechos de inseguridad), u otro viaje a Loma del Medio o una movida a la Catarata Escondida de Mallín Ahogado (donde también hay robos), el móvil queda arruinado a los pocos kilómetros andados.

El tiempo de uso y el deterioro son otras variables para que los vehículos deban esperar la decisión de las jefaturas y que administración central habilite su reparación. Las decisiones burocráticas y órdenes de pago devaluadas que no llegan en tiempo y forma terminan por minar la fuerza que no tiene movilidad. Hay moviles que pasan rotos largo tiempo. Y quedan pocos “amigos” mecánicos que hacen el trabajo solidario, es decir, gratis.

Que falten patrulleros no sería el quid de una cuestión al problema de fondo que tiene la política de Seguridad Interior del país. La provincia de Río Negro es autónoma, por qué entonces no son asistidas las fuerzas policiales ante los hechos de inseguridad que se suscitan y que requiere de un mejor presupuesto anual ¿Qué más quisiera el personal policial estar en el lugar del delito lo más rápido posible y resolver los hechos con rápidez?

Un reporte publicado hace unos días atrás en el diario Río Negro, señala que los jefes de comisaría se ven afectados por esto y que desde la Jefatura de Policía en Viedma, “reconocen que no se llega al número ideal”, aunque se dice que aseguraron que a pesar de este panorama “los uniformados acuden a cada llamado”.

En El Bolsón la situación es preocupante por los hechos que se suceden a diario. Por caso, en la noche del jueves 5/01 en un camping ubicado a tres cuadras de la comisaría 12, fueron asaltados dos jóvenes, a quienes despojaron de sus pertenencias personales y las mochilas de ambos. Más a la noche, otro mochilero fue robado y en este caso, apuñalado por el ladrón.

Esa misma tarde, alrededor de las 18 horas (con 32° grados y a pleno sol), una familia de Saavedra y Padre Feliciano detectó a dos personas que intentaban ingresar al predio. En este caso, el jefe de familia los corrió logrando identificarlos en la feria regional y frente al personal policial, pero no pasó nada,porque no le tomaron la denuncia, dijeron que los tipos no cometieron delito.

El malestar, hay que decirlo, viene generando internas dentro de la misma fuerza a nivel provincial. Al menos así lo han hecho público desde el Consejo de Bienestar Policial, que viene denunciando las falencias de la planta automotor y que los móviles en uso, no están en condiciones.

Desde hace tiempo, este medio viene pregonando la necesidad que el Consejo Deliberante active la puesta en vigencia del Consejo de Seguridad, herramienta del estado para exponer y elevar los problemas de la inseguridad a las autoridades competentes.

Hasta ahora, la Cámara de Turismo ha sido la única entidad comprometida socialmente, la que desde hace años viene exponiendo públicamente, y ante las autoridades con notas mediante, la problemática de la inseguridad, entre otras demandas realizadas en beneficio de la localidad como destino turístico. El pasado mes de diciembre su presidenta y prestadores expusieron por Zoom el tema de la inseguridad a la ministra Vélez (Turismo), Minor (seguridad) y Tellería (Jefe de Policía).

Incluso el grave problemas de las ciber estafas a turistas de buena fe que buscan hospedaje mediante Internet y pagan adelantos de reservas y, cuando llegan a este paradisíaco lugar, se encuentran con un baldío.

Pensar en la seguridad ciudadana en relación con las estructuras del propio estado, veríamos que la escasa porción de edificios para atender Salud, Educación y Seguridad, están colapsados ante la creciente población de la región.

Mi abuelo paterno del corazón, cada vez que le hacia planteos de la realidad me decía “tenés razón, pero marche preso”; frase pícara del viejo policía de la provincia que en esa frase acotaba toda posibilidad de discernimiento, para soluciones concretas.

A.D. M.| @Limite42