En una carta abierta del personal médico y los servicios de salud mental y obstetricia del nosocomio, denuncian que las renuncias han debilitado el equipo de profesionales, además “la grave precariedad del hospital”
La crisis de salud en el Hospital de Área El Bolsón ha llegado a un punto crítico, según se revela en una carta abierta emitida hoy por el personal médico y los servicios de salud mental y obstetricia del nosocomio. En la misiva, los trabajadores denuncian una serie de renuncias que han debilitado el equipo de profesionales médicos, lo que ha dejado al hospital en una situación de precariedad que se agrava día a día.
Desde enero de 2024, se sabía que el plantel de médicos de clínica médica iba a verse reducido debido a la renuncia de dos de sus miembros. Estas bajas se concretaron en febrero y marzo de 2024, y desde entonces, a pesar de múltiples gestiones, no se ha logrado cubrir estos puestos vacantes. A esta situación ya crítica, se sumaron en la última semana tres renuncias más: una médica clínica y hepatóloga, una médica infectóloga y una médica generalista. Esta pérdida de personal, señalan los trabajadores, es irremplazable a corto y mediano plazo, lo que evidencia una profunda crisis que exige una reorganización urgente del hospital.
El plan de contingencia presentado por la dirección del hospital el 30 de julio de 2024 no contó con la consulta de los trabajadores, según denuncia la carta. Este plan, que sobrecarga aún más a los médicos generalistas y clínicos, ha sido percibido como una forma de descargar la responsabilidad del estado provincial sobre los empleados en lugar de resolver la situación crítica que atraviesa el hospital. Como consecuencia, la Unidad de Cuidados Intermedios (UCI) fue cerrada indefinidamente el 19 de agosto de 2024 por falta de un médico clínico de guardia, dejando a la comunidad sin acceso a este servicio esencial.
La situación ha generado un impacto directo en la capacidad del hospital para realizar cirugías complejas y en la disponibilidad de camas, además de deteriorar la calidad de la atención ambulatoria. Lo más preocupante, según los trabajadores, es que esta crisis está poniendo en riesgo la seguridad y la calidad de vida de los pacientes, debido al agotamiento y explotación del personal médico.
En su carta, el personal del hospital, muchos de los cuales se formaron en la misma institución, expresan su profundo amor y respeto por el nosocomio y su preocupación por la grave situación que están enfrentando. Hacen un llamado a la gestión para que comunique a la comunidad el estado crítico del hospital y el impacto que esto tendrá en la calidad de la atención. De no ser así, aseguran que serán ellos mismos quienes se encarguen de informar a la población, por el compromiso y respeto que tienen hacia la comunidad.
La crisis en el Hospital de El Bolsón es un reflejo de la precariedad del sistema de salud en la región, y la falta de acción concreta por parte de las autoridades solo profundiza el problema, poniendo en riesgo la salud y el bienestar de toda la comunidad.