El equipo del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) de El Bolsón ha tenido un arduo verano, enfrentando 177 eventos hasta la fecha
De ese total, 20 corresponden a incendios y una decena a rescates en la montaña. A esto se suman numerosas intervenciones en apoyo a los Bomberos Voluntarios de la región.
Desde el inicio del incendio en la zona de Los Manzanos, el SPLIF contabilizó 50 salidas destinadas a apagar fogones en medio de una alerta por condiciones de riesgo extremo. Las altas temperaturas sostenidas, combinadas con baja humedad y fuertes vientos, han generado un escenario ideal para que cualquier fuego mal controlado se transforme rápidamente en un incendio de grandes proporciones.
Un trabajo contrarreloj los patrullajes habituales, donde el personal del SPLIF ha enfrentado recurrentemente la tarea de apagar fogones clandestinos en diversos puntos de su jurisdicción. Este tipo de prácticas, aunque prohibidas en contextos de riesgo extremo, persisten y obligan a un despliegue inmediato de recursos. A menudo, estas intervenciones se llevan a cabo en lugares de difícil acceso y, en muchos casos, durante la noche.
El principal desafío radica en la simultaneidad de eventos que pueden ocurrir a kilómetros de distancia. Según los especialistas, el tiempo de respuesta es crucial para evitar que un pequeño foco se convierta en un desastre. Sin embargo, las denuncias de quemas de residuos vegetales y fogones al aire libre no cesan, evidenciando la falta de conciencia en algunos sectores de la población.
Es importante la colaboración ciudadana, pese a los esfuerzos preventivos que incluyen recorridos, monitoreo con cámaras y campañas de concientización, el SPLIF destaca que la colaboración ciudadana es clave para reducir riesgos. «La mirada atenta de quienes entienden la gravedad de la situación es de gran ayuda», señalan desde el organismo.
Ante cualquier columna de humo, se insta a la población a comunicarse de inmediato al número de emergencias 103. «No hay margen para la negligencia», enfatizan desde el SPLIF, recordando que cada segundo cuenta en la lucha contra los incendios forestales.
En una temporada marcada por condiciones climáticas extremas, prevenir es el único camino para evitar pérdidas irreparables.