Después de seis meses de tratamiento en Buenos Aires Pía Tebes, una pequeña guerrera de cuatro años, fue dada de alta y se prepara para regresar a su hogar en El Bolsón
La vida de Pía ha estado marcada por desafíos desde el mismo momento de su nacimiento en 2020, cuando perdió a su mamá Alicia durante el parto. Poco después, su papá Carlos Tebes enfrentó la devastadora noticia de que Pía sufría de una grave anomalía hepática y un diagnóstico de cáncer.
En medio de la pandemia, la historia de Pía conmovió a los vecinos de El Bolsón y toda la región. La comunidad se unió en solidaridad para que padre e hija pudieran viajar a Buenos Aires, donde Pía fue internada en el hospital Garrahan. A tan solo un año de vida, la pequeña fue sometida a un trasplante de hígado, un procedimiento crucial para su supervivencia.
Hoy, con cuatro años, Pía y Carlos recibieron la noticia que tanto anhelaban: el cáncer está en remisión. Pronto podrán regresar a El Bolsón, donde les espera una nueva etapa de sus vidas. Aunque Pía deberá realizar algunos controles médicos en Bariloche, ya no será necesario que permanezcan cerca del hospital Garrahan.
Carlos compartió su emoción en el programa “Engranaje” de Radio Seis: “Ahora estamos en Ranchos (provincia de Buenos Aires, a dos horas de la capital) y viajamos a Buenos Aires para el final del tratamiento de Pía. Aún hay complicaciones médicas que la mantienen acá, pero pronto estaremos de vuelta en El Bolsón y ella se verá con sus compañeros, que la están esperando en el Jardín, donde ya tiene un lugar”, relató.
A pesar de las persistentes complicaciones, como una pequeña fisura en una vértebra, Carlos celebra cada pequeño triunfo. Pía ya no necesita usar una bota que tenía debido a que el linfoma había afectado uno de sus pies. “Ya está el alta médica”, afirmó Carlos con emoción, y añadió que están esperando los pasajes para volver a casa.
El padre lamentó el problema hepático crónico de Pía, pero se alegró de que le hayan retirado una cánula de un brazo, lo que le permite mayor libertad de movimiento. “Le dijeron que puede hacer cualquier ejercicio y vida normal”, expresó.
En Ranchos, Carlos describe a su hija como una niña feliz que juega en el patio y disfruta del clima más cálido. “Pía es inmunodeprimida; le gusta jugar con rompecabezas y el Rasti”, contó su papá.
La vuelta a El Bolsón representa más que un simple regreso a casa; es el comienzo de una nueva vida para Pía y Carlos, llena de esperanza y nuevas oportunidades. La comunidad los espera con los brazos abiertos, listos para apoyar y celebrar cada paso en este camino de recuperación y crecimiento.