A Santa Lucía se le ha representado frecuentemente con dos ojos, porque según una antigua tradición; le habían arrancado los ojos por proclamar firmemente su fe en Dios.
A Santa Lucía se le ha representado frecuentemente con dos ojos, porque según una antigua tradición, habían arrancado los ojos por proclamar firmemente su fe en Dios.
Nació y murió en Siracusa, ciudad de Italia, y gracias a sus múltiples virtudes entre las que se destaca la sencillez, la humildad y la honradez, el Papa San Gregorio en el siglo VI puso su nombre a dos conventos femeninos que él fundó.
Según la tradición, cuando la santa era muy niña hizo a Dios el voto de permanecer siempre pura y virgen, pero cuando llegó a la juventud quiso su madre (que era viuda), casarla con un joven pagano. Lucía finalmente obtuvo el permiso de no casarse, pero el joven pretendiente, rechazado, dispuso como venganza acusarla ante el gobernador de que la santa era cristiana, religión que estaba totalmente prohibida en esos tiempos de persecución. Santa Lucía fue llamada a juicio; fue atormentada para obligarla a adorar a dioses paganos, pero ella se mantuvo firme en su fe, para luego ser decapitada.
Oración a Santa Lucía
Oh Dios, nuestro creador y redentor, escucha mis plegarias con misericordia al venerar tu sierva santa Lucia, confiando en tu bondad oh Dios, humildemente te pido por la intercesión de tu sierva santa Lucia que nos brindes perfecta visión a nuestros ojos
para que puedan servir a tu honra y gloria y por la salvación de nuestras almas en este mundo para gozar de la luz,
Santa Lucia escucha nuestras plegarias y atiende nuestras peticiones, amén