Este miércoles 9/8, la dirección de la empresa comunicacional bautizó sus estudios con el nombre de María Peralta, madre del dirigente Rubén Torres, propietario de FM Piltri y TV Patagonia

La imposición del nombre se debe al conmemorarse en la fecha, el natalicio de María Peralta, pionera de la vieja población de la localidad, hoy presente junto al recuerdo de la referente social comprometida con su comunidad, “en cada una de las transmisiones”, señaló su hijo director de la popular emisora.
Nacida en la zona rural de El Bolsón en 1936, viviendo gran parte de su vida en el campo de los parajes El Foyel y Los Repollos, donde realizó una gran tarea social.
“Lo primero que recuerdo -dice su hija Lili- fue su rol de alfabetizadora. Como era una zona muy alejada, era difícil que los niños pudieran asistir a una escuela. Siendo muy pequeña, me acuerdo que una familia que había ido a trabajar en cercanía como leñadores, le pidieron a mamá si les enseñaba a leer y escribir a sus hijos, eran cuatro o cinco hermanitos”.
Recuerda que “mamá armó una pequeña aula en nuestra humilde casa; compró cuadernos, lápices y se dedicó a alfabetizar a cada uno de los niños porque no había escuela es esa región; por supuesto que a nosotros también mamá nos alfabetizó, hasta que pudimos concurrir a la escuela cuando nos mudamos a otra casa más cerca de la Escuela 150, en el paraje Los Repollos (Tres Puentes Arriba)”, relata Liliana.
“Como ella sabía leer y escribir, tenía como una escuela primaria, donde llegaban los vecinos que necesitaban escribir alguna una nota, o formular algún escrito para autoridades; a ella la buscaban, incluso para que los ayudara con las redacciones de las misas”, recuerda.
“Nuestra madre también hizo las veces de enfermera porque sabía colocar inyecciones, cosa que había aprendido por necesidad ya que desde el campo, no se podía llegar fácilmente todos los días al hospital. Como los vecinos sabían esto, la llamaban cuando necesitaban de su atención. A veces debía trasladarse varios kilómetros a caballo para llegar a tiempo y ayudar a los vecinos que la necesitaban; no era frecuente, pero lo hacía cuando se lo solicitaban”, recordaron sus hijos.
Recuerdan que hacia esa actividad por había realizado un curso de enfermería a distancia, y sus prácticas las hizo en el Hospital de Bariloche. Lamentablemente, cuando pudo orienta su trabajar en salud, (la habían llamado desde el Hospital Rural de El Bolsón, no se pudo encontrar la documentación que certificaba sus conocimiento y que necesitaba en el Hospital de Bariloche.
En este tramo, sus hijos recuerdan que “el Certificado que ella tenía se quemó en el incendio de nuestra casa en Los Repollos”. No obstante ello, María puso su casa al servicio de Salud Pública de forma gratuita, recibiendo así a los primeros Agentes Sanitarios que llegaron a esa zona rural desde el Hospital de El Bolsón. Por caso, recuerdan a Chiche Merino y Jorge Garrido, trabajadores de la saluda de entonces.
“Cada dos meses, los recibía en nuestra casa, por uno o dos días, y les prestaba sus caballos para que hicieran el recorrido ya que las poblaciones estaban bastante alejadas una de otra. Ellos llevaban vacunas, principalmente y realizaban la atención primaria”, señalan.
“Era católica, practicante, por lo que también la llamaban en situaciones urgentes, como fue el caso de un bebito, muy enfermo, en el que intercedió con Agua Socorro, bautismo de emergencia, por expreso pedido de la familia”.
“Cuando pudimos trasladarnos a estudiar al pueblo, ella debió renunciar a su vida de campo pero no abandonó su servicio por el bien común: “por el reino de Dios”, como le gustaba decir; siempre estaba trabajando para la Iglesia, dando catecismo, actividad que comenzó a realizar en la zona rural y para eso viajaba desde El Bolsón hasta la escuela 150, distante 25 km de camino de ripio y, muchas veces, haciendo “dedo” para llegar con el evangelio. Lo hacía con mucho entusiasmo y amor. Con el paso del tiempo, también siguió su misión de fe en El Bolsón, dando catecismo en la escuela Hogar N| 268. ADemás de trabajar solidariamente en Caritas, siendo elegida miembro del Consejo Episcopal Parroquial.
Su último gran aporte a la Iglesia fue la colocación de una imagen de la Virgen de los Milagros, en la zona de los dos puentes, sobre el arroyo Los Repollos; lo hizo Junto a miembros de la Iglesia que ayudaron a lograr el objetivo de construir una ermita con la imagen divina, para el descanso del peregrino y de las personas devotas, que encuentran en el lugar un espacio para refugiarse en la fe.
María Peralta fue amante de la naturaleza. Respetuosa de los ciclos de cada planta, árbol o animal, mantuvo siempre el contacto con la madre tierra, enseñando sus aprendizajes y compartiendo sus saberes con quienes quisieran aprender.
María siguió formándose siempre, hasta realizó un curso de UPAMI para aprender a utilizar el teléfono y la computadora y no quedarse afuera de los tiempos actuales.
Su legado más grande es la familia que formó: sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, que guardan los recuerdos más hermosos de la vida junto a ella; las excursiones a caballo hasta el rio Foyel, a chacras vecinas del Mallín Ahogado para comprar frutas y verduras; las tardes de pesca en la laguna cercana a su casa, o los paseos hasta la Catarata donde está la virgen de las Mercedes. siempre de buen humor, aun en sus últimos días no dejó de hacer chistes a sus seres queridos.
La familia sufre su partida, como a todos aquellos que la conocieron y que enseñó que, a pesar del sufrimiento, siempre se puede salir adelante.
“Así, flaquita, blanquita de ojitos color cielo, dulce, humilde y una firmeza tremenda en sus convicciones, creía en la democracia y en la participación -hasta las últimas elecciones ella fue a votar-. Peronista y admiradora de la obra de Evita, por ser la abanderada de los más necesitados. Fue una mujer culta, preparada y formada, mujer Cristiana y comprometida con el prójimo; una mujer valiosa que no pasó por esta vida en vano”, recordaron en al dejar inaugurado con su nombre estudio de FM Piltri y TV Patagonia, que llevará el nombre de “María Peralta”.