Las víctimas, entre las dos, recibieron 40 puñaladas. El acusado se negó a declarar y seguirá preso.
Laura Sánchez y su hijo, ahora detenido por el doble femicidio.
La mujer y su hija de 9 años asesinadas este miércoles en Mar del Plata recibieron entre las dos cerca de 40 puñaladas. Así lo determinaron las autopsias de los cuerpos que fueron encontrados en las últimas horas por los Bomberos tras apagar un incendio en la casa donde vivía la familia. El hijo de 23 de la víctima, detenido por el doble femicidio, se negó a declarar ante el fiscal Leandro Arévalo y seguirá detenido en Batán.
Matías Paz, hijo y hermano de las víctimas, se presentó espontáneamente en una comisaría horas después de cometer los crímenes y pretendió convencer a los policías de que las mujeres habían sido asesinadas por delincuentes durante un intento de robo. No lo logró y tampoco recordó limpiar las manchas de sangre que le habían quedado en la ropa, detalle que no pasó inadvertido para los oficiales que lo acorralaron con preguntas hasta que se quebró y confesó la autoría del ataque. Lo que el joven omitió y quedó en evidencia con el informe de los forenses fue la furia con la que las apuñaló hasta la muerte.
El momento en que se llevaban los cuerpos de las víctimas.
“Lo que se pudo clarificar es la modalidad ataque y la gravedad del mismo. Fue un acometimiento que se produjo en una fracción de entre 30 minutos, no más. Tengo la sospecha de que una de las dos víctimas que estaban en el lugar, la hija, estaba dormida. No así la madre. Fue un hecho excesivamente sangriento, de los más alevosos que me ha tocado intervenir”, afirmó el fiscal del caso. Laura Sánchez, de 45 años, presentaba 20 lesiones de arma blanca en el torso, el abdomen y el cuello, mientras que su hija, Zoe, tenía 19 heridas punzo cortantes.
“Se produce primero contra la madre, que era la que estaba despierta, y, luego, contra la criatura. Las lesiones que presenta la madre son más de 20, todas causadas con un arma blanca, presumiblemente, la que se encontró este miércoles en el lugar, un cuchillo tipo filetero. La forma de las lesiones es variada, pero todas impactaron con excesiva violencia porque hay hasta quebraduras en algunos huesos”, detalló Arévalo en diálogo con El Marplatense, y añadió: “La menor, en cambio, prácticamente, y así lo dice el informe médico, fue degollada”.
Si bien el detenido se negó a la extracción sanguínea para análisis toxicológico, la médica que lo evaluó tras su aprehensión indicó que “no había ningún síntoma compatible con intoxicación”. La causa avanzará con los resultados de las evaluaciones psiquiátricas sobre Paz, aunque el fiscal confirmó que el acusado no tenía causas por hechos de violencia respecto de las víctimas, y entendió que no existen indicadores de que estuviera “fuera de su sano juicio” al momento del ataque.
Arévalo agregó que el joven acusado “había estudiado derecho” en la Universidad Nacional de Mar del Plata y “estaba estudiando computación”, y que “no era alguien que estuviera marginado” u “hospitalizado o tratado”.