La opción saludable en pandemia|
La bicicleta es el medio de transporte más elegido para viajar durante la pandemia y amerita revalorizar el vehículo saludable por excelencia en el Día Mundial de la Bicicleta.
La Asamblea General de las Naciones Unidas oficializó la efeméride el 3 de junio de 2018 para subrayar su valor como medio de transporte.
El Día Mundial de la Bicicleta se celebra cada 3 de junio con el objetivo de recordar que se trata de una herramienta segura, beneficiosa para el organismo por el ejercicio físico que requiere y no emite contaminantes.
En el marco de los avances para combatir el cambio climático y concientizar a las distintas comunidades del mundo respecto de prácticas que contribuyan con esta causa, el uso de la bicicleta como medio de transporte es una indicación de gran valor.
Los gobiernos tienen una gran incidencia en esta estrategia: deben velar por la seguridad de los ciclistas, realizar campañas informativas sobre el correcto uso del medio de transporte y sus medidas de seguridad, y garantizar las condiciones necesarias para el acondicionamiento de la vía pública y su convivencia con otros transportes.
¿Por qué moverse en bicicleta?
Practicar actividades deportivas de intensidad moderada, como caminar, montar en bicicleta o hacer deporte, tiene grandes beneficios para la salud. El deporte no tiene edad. Los beneficios son mayores que los posibles daños. Realizar cualquier tipo de actividad física es mejor que nada. Mantenerse activo a lo largo del día ayuda a mantener y alcanzar los niveles de actividad recomendados.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ofrecer una infraestructura segura para las actividades físicas, como cambiar o andar en bicicleta, es el camino para alcanzar una mayor equidad en materia de salud. Para los sectores urbanos más pobres, que no pueden permitirse vehículos propios, ir a pie o en bici se puede convertir en su medio de transporte. Al mismo tiempo pueden reducir el riesgo de contraer enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, ciertos tipos de cáncer, diabetes e incluso la muerte. La mejora del transporte activo (caminar, montar en bicicleta o usar el transporte público) no es por tanto solo una cuestión de salud, puede suponer una mayor equidad y eficacia en cuanto a los costes también.
Satisfacer las necesidades de estos ciclistas y peatones sigue siendo, por tanto, crucial para solucionar los problemas de movilidad de las ciudades, para mitigar el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero debido al crecimiento de la población y para mejorar la calidad del aire y la seguridad vial.