El tranquilo paisaje de El Hoyo, Chubut, tuvo lugar el pasado viernes 23 de febrero escenas de violencia y despojo en un conflicto de titularización de tierras que involucra a los dueños originales y a funcionarios municipales.
El protagonista de esta crónica es Gabriel Colasiñsky, hijo de Mario Kolansiñsky, propietario de hectáreas adquiridas hace más de cuatro décadas.
La disputa se centra en la regularización de la propiedad tras el fallecimiento de su padre hace tres años. Colasiñsky relata que la situación se tornó tensa cuando, tras presentar los documentos correspondientes en el municipio para iniciar el proceso de titularización, las autoridades locales desataron una serie de eventos que han complicado la situación.
Según Colasiñsky, el conflicto surge cuando la gestión anterior del municipio entrante se entromete en el proceso de regularización. En lugar de buscar soluciones, el caso se enreda en una maraña de idas y vueltas, generando más obstáculos en lugar de facilitar el proceso. Se insinúa la posibilidad de negocios turbios por parte de algunos funcionarios municipales.
La jornada del 16 de febrero se volvió particularmente caótica cuando funcionarios municipales, respaldados por una presencia policial, llegaron al terreno ubicado entre Puerto Patriada y el Callejón de Lobos. Un vecino, identificado como Cárdenas, se erige como testigo, negando conocer a los propietarios, a pesar de haber vendido las tierras en cuestión años atrás. Esta contradicción, según Colasiñsky, revela una falacia evidente.
El relato de Colasiñsky se intensifica al describir el procedimiento de los funcionarios municipales. Alega que, en un acto sorprendente, ingresaron al predio, estando la tranquera con cadena con el candado, a pesar de que estos elementos estaban debidamente registrados en el acta realizada por ellos mismos. Un candado desapareció misteriosamente durante la intervención de las autoridades.
El conflicto se agrava por la aparente intención del municipio de El Hoyo de tomar posesión de las tierras en disputa. Colasiñsky y su familia han presentado una denuncia en la Fiscalía de El Hoyo, buscando una resolución justa y esperando que se respeten sus derechos de propiedad.
Este caso, más allá de sus particularidades locales, pone de manifiesto los desafíos y tensiones que pueden surgir en torno a la titularización de tierras, destacando la importancia de un proceso justo y transparente para evitar conflictos como el que actualmente afecta a la comunidad de El Hoyo.