“SARA SE NOS FUE” ANUNCIARON A SUS HIJOS |
El hecho ocurrió en la localidad rionegrina de Catriel, cuando el pasado 12 de mayo la vecina Sara Morales fue internada en el hospital “Cecilia Grierson” con diagnóstico de Covid, en cuyo nosocomio había sido internado cuatro días antes su pareja, Arturo Acuña, quién falleció este fin de semana en Viedma.
A su ingreso a ese hospital, la mujer debió permanecer en el sector especial para pacientes en estado grave, esperando que se libere una cama UTI en el Alto Valle, cosa que finalmente no ocurrió, a pesar de las gestiones realizadas por varios referentes de salud y políticos de esa localidad catrielense.
Según la publicación de Catriel25, los hijos y familiares de Sara realizaron llamados desesperados a la comunidad pero poco se pudo hacer. Se le colocó uno de los cascos “Helmet” a la paciente y permaneció varios días asistida con esa tecnología.
El pasado viernes 28, alrededor de las 21:00 horas, los médicos llamaron a la familia para comunicarles la peor noticia: “Sara se nos fue, tuvo un paro cardiorrespiratorio”, les comunicó el Dr Zurita a dos de los hijos que permanecían en la guardia del hospital.
Sin nada más que hacer, les ofrecieron ingresar para verla por última vez a su madre.
Ambos, decidieron comunicarse con los otros hermanos (6) y ofrecerles también la posibilidad de despedirse de su madre, mientras realizaban los trámites en el servicio fúnebre.
45 minutos después, ya reunida la familia, los llaman para avisarles que “ocurrió un milagro. La estábamos desconectando para entregar el cuerpo y comenzó a respirar por sus propios medios”, explicó un médico, según relató un familiar
A partir de entonces, Sara continúa respirando con dificultad sin asistencia mecánica. “Imaginate, después de semejante noticia nos dijeron eso y todos nos abrazamos a llorar de felicidad”!!.
Si bien la situación de Sara es muy compleja, porque está internada desde el 12 de mayo con un cuadro de neumonía bilateral producida por Covid, aún se continúa peleando por su vida, sin asistencia respiratoria mecánica, a la espera de poder recuperarse y que el den el alta: “Ella está muy grave, tantos días de internación han dañado varios órganos y aunque tenemos toda la fe en Dios. Estamos todos haciendo fuerza y cadenas de oración por nuestra viejita”. Expresó uno de los hijos.
LA MUERTE DE ARTURO ACUÑA
Un día después de vivir el milagro de su mamá, los hermanos recibieron un llamado desde Viedma en el que les comunicaron la muerte de Arturo Acuña, padre de tres de los hijos de Sara, quien había sido trasladado en vuelo sanitario hasta la capital rionegrina y permanecía en terapia intensiva, también con un cuadro de neumonía por Covid.
Acuña era empleado municipal jubilado y su muerte causó dolor en todos los trabajadores de la comuna y sus vecinos. “Era un hombre honesto y muy querido por todos”, se escribió en los avisos fúnebres.